jueves, 22 de febrero de 2018

Recomendaciones lectoras con mucho AMOR

Empiezo esta recomendación hablando del último libro que he leído y que me ha conmovido profundamente, "Más fuerte que el odio". Cómo escapar de un destino fatal y convertirse en un hombre feliz a pesar de la desgracia. de Tim Guénard.


 

En el libro el autor relata su terrible infancia, adolescencia, juventud y su transformación a través del perdón y del amor. Un ejemplo de resiliencia. En los primeros capítulos del libro lloré. En algunos de los sucesos de su vida sonreí. A cada página que leía se fue ganando mi corazón y admiración. 

Es absolutamente necesario que se compartan y conozcan estas historias de vida para entender que no somos víctimas de la vida y sus circunstancias, aunque seamos víctimas en manos de algunos verdugos, sino que podemos elegir esas circunstancias y transformarlas en un impulso, una motivación que nos transforme en seres amoros en lugar de seres resentidos y llenos de odio. También los verdugos tienen una historia que contar, también son víctimas de sí mismos y de otros. Dejar de juzgar, perdonar y ver con los ojos del amor nos libera, nos transforma y contribuye a crear un mundo mejor.

Tim Guénard nos ayuda a entender a tantos niños, jóvenes y adultos heridos a quienes juzgamos y rechazamos con demasiada rápidez cuando lo único que necesitan es un abrazo, una palabra amable, una guía, alguien que les vea. 

Y, este frase me da pie para el siguiente libro "Invisible" de Eloy Moreno. Una joya como cada uno de los libros de este sensible autor con aspecto de niño grande.

Eloy escribe con una sensibilidad especial sobre aspectos cotidianos transformando la complejidad en sencillez para que nada escape a la comprensión del lector, hablándole al niño que llevamos dentro y al adulto que lo contiene. Considero su lectura imprescindible. Unos días después de concluir mi lectura me compartió una amiga que también lo había leído, nos miramos a los ojos y sonreímos espontáneamente, fue nuestra forma de comunicar la alegría que nos transmite Eloy con su forma de escribir. 

Invisible no es un libro fácil pero está lleno de esperanza y nos invita a no mirar a otro lado, a abrir bien los ojos y el corazón y VER sin temor.



 




Por último, en esta entrada, quiero compartir mi experiencia con la trilogía de Neale Donald Walsch y sus Conversaciones con Dios. Hace años que conocía la existencia de estos libros, había oído hablar de ellos, del autor y de la película que inspiró su primer libro pero no había sentido interés por ellos.

Me ha llevado un tiempo su lectura porque contienen mucha información espiritual que hay que reflexionar y digerir. El segundo libro fue con el que menos empaticé (demasiada política norteamericana) pero el primero y el tercero contienen mucha información interesante.

Como su nombre indica se trata de conversaciones que el autor mantiene con Dios, una batería de preguntas y reflexiones acerca de cualquier tema de interés para el ser humano. Especialmente me ha interesado todo lo referente a las civilizaciones y seres más avanzados (tercer libro). Nos queda mucho por recordar pero es inevitable hacerlo.

Acaban de publicar un cuarto libro del que aún no sé nada pero echaré un vistazo a ver qué temas desarrolla.



 



Leer no sólo es un placer sino una fuente inagotable de aprendizaje y sabiduría que hay que practicar para que sea totalmente efectiva. Seguiré compartiendo y espero que también tú lo hagas.

"No se necesita tener rayos X en los ojos para ver que algo no está bien".
 Superman.
Invisible de Eloy Moreno.

"De pronto afloran a la superficie de mi memoria, como fétidas burbujas, estas palabras insoportable que envenenaron mi infancia: 'los niños apaleados, es algo genético, apalearán a sus hijos', 'los hijos de los alcohólicos, es algo genético, beberán', 'los niños abandonados, es cosa genética, abandonarán a sus hijos', 'los hijos de padres separados, es genético, se separarán'...
   ... Y de todas formas, querida amiga, ¡los perros no paren gatitos! ¡Pobres niños, entre el 75 y el 80% de ellos van a reproducir las taras de sus padres! ¡No pueden evitarlo, es genético!
  Esa noche, en mi habitación, a solas con el buen Dios, decido desmentir a la genética, meter el pasado en el armario y remozar mi memoria. Decido no seguir escuchando los sermones de las personas que siempre lo saben todo ni las jilipolladas de los que siembran la desesperación.
  Se puede poner el contador a cero, basta con quererlo".
Más fuerte que el odio. Tim Guénard.